traficantes de órganos

El equipo nacional de tenis masculino ha solventado lo antes posible su paso a la siguiente ronda en la Copa Davis al vencer al equipo de Alemania por tres a cero en los tres primeros partidos jugados de los cinco partidos que eran posibles disputar. Quien sigue deslumbrando es la jovencísima nadadora Mireia Belmonte que, en los campeonatos de piscina corta, en piscina de veinticinco metros de longitud, ha sido subcampeona en la ciudad inglesa de Manchester en la final de los doscientos metros estilos. Quienes no paran de hacer el paria durante toda esta temporada son los jugadores del Fútbol Club Barcelona. Ayer empataron a dos goles con el Recreativo de Huelva.

En la Universidad norteamericana de Brown Felipe González, Juan Luis Cebrián y Ricardo Lagos entre otros, están disertando sobre la incorporación peligrosa de los valores religiosos en la política. La Fundación Santillana tiene intención de avasallar el mercado de libros en Brasil. ¿Han visto ustedes el cartel anunciador de la película "Cashback"? Una actriz guapísima aparece en el pasillo de un supermercado con unas tetas espléndidas a la vista, un carrito de la compra en el antebrazo, la blusa a la altura de la cintura y en la parte de abajo unas bragas de encaje blancas.

Las guarderías clandestinas están a la orden del día. La Sanidad madrileña no funciona bien. Un médico de cabecera se queja hoy en la prensa del día que tiene que atender a mil ochocientos pacientes. Los siete países más ricos del mundo, conocidos como G-7, han otorgado cien días de plazo a los Banca mundial para revelar sus pérdidas económicas. En la reunión que ha mantenido el G-7 en la ciudad de Washington se han propuesto la meta de frenar la caída de la cotización del dólar.

La mujer italiana Carla del Ponte, mujer ex fiscal de la ONU para el Tribunal Penal Internacional de Haya en el que se han juzgado a casi todos los líderes que ordenaron y cometieron las matanzas y el genocidio de la antigua Yugoslavia en la década de 1990, acaba de publicar un libro en su Italia natal en colaboración con la periodista y escritora Chuck Sudetic, enviada especial a la zona en su momento por el prestiogoso periódico The New York Times. El libro se titula "La Caza. Yo y los criminales de guerra". En el libro la señora Carla del Ponte acusa al ex líder guerrillero Hashim Thaci y a su grupo de lugartenientes de extirpar órganos a prisioneros serbios vivos para traficar con los órganos. La señora Carla del Ponte sigue con la intención de dejar las cosas claras con todas las masacres que sucedieron en la antigua Yugoslavia mientras todos nos rascábamos los huevos en el sofá de nuestras casas. La señora Carla del Ponte dice que seguirá trabajando en este sentido. Esta mujer dice que su mayor frustación en la vida ha sido no haber podido juzgar a los criminales serbo bosnios Radovan Karadzic y Ratko Mladic, que siguen en paradero desconocido.