Hoy me ha resultado muy doloroso leer que la esquiadora granadina María José Rienda, a sus treinta y tres años de edad, se rompió ayer el ligamento cruzado de la rodilla izquierda, después de caerse a los dieciséis segundos de comenzar la competición en Aspen, en el Estado de Colorado. María José Rienda ha permanecido dos años sin poder competir debido a la lesión de tríada que tuvo en la rodilla derecha. Sin ninguna duda, las lesiones son lo peor que les puede pasar a los deportistas. Esta nueva y dolorosa lesión es un golpe muy bajo. En España el Fútbol Club Barcelona le ha pasado por encima al Sevilla en casa sevillista mientras que los ridículos de el Real Madrid han salido escaldados de Getafe al perder por tres goles a uno.
En España la editorial El Aleph acaba de publicar la novela "Hundido hasta el cielo"; novela escrita en su juventud por Richard Fariña, hombre de la contracultura neoyorkina en los locos años sesenta. El prestigioso pintor Antoni Tápies seguirá pintando muy bien, no lo dudo, pero a sus ochenta y cinco años de edad tiene una pinta de viejo chocho bastante paupérrima. En la ciudad mexicana de Guadalajara ha comenzado la Feria Internacional del Libro, que es el mayor acontecimiento mundial de las letras en el idioma español.
En Italia, en el mítico Café de París, en la ciudad de Roma, lugar emblemático de reuniones intelectuales, lugar por excelencia de "la dolce vita" ideada en su momento por el cineasta Federico Fellini e interpretada por Marcello Mastroianni y Anita Ekberg, se ha acabado la intelectualidad y el romanticismo porque el Café de París ha sido comprado por la mafia calabresa. La mafia calabresa domina el tráfico europeo de drogas, también del tráfico de armas y desde Italia opera en Holanda, Alemania, Canadá y Brasil. Ahora a la mafia calabresa le ha dado por comprar locales emblemáticos en Italia para restaurarlos y convertirlos en restaurantes mafiosos de calidad. Así funciona Italia. La mafia está por encima de todo.
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