la cuadratura circular

Tengo dos amigas a las que todos llamamos por su nombre y sus nombres son Patricia. La mayor de las dos es venezolana, está casada y tiene cerca de cuarenta años. Mi otra amiga Patricia, a la que conozco desde que llevaba pañales, se ha hecho una mujer y ahora se encuentra en mitad de la veintena de edad, con su vida de fiestera impedernida a la que le alabo el gusto porque es lo que se va a llevar por delante. Mi amiga Patricia, la veinteañera, me ha enviado un correo electrónico en el que me muestra su desencanto por las cosas que escribo sobre la mujer española actual. Mi amiga Patricia, la veinteañera, me pregunta si de verdad he tenido tan mala suerte con las mujeres españolas con las que he mantenido relación sentimental en su momento. Le he contestado el correo electrónico en cuanto he podido. Le he escrito que sí, que con las mujeres españolas he tenido muy mala suerte hasta la fecha, o por lo menos es lo que creo. He terminado abrasado. De hecho, creo que me pasaré algunos años sin mantener relación sentimental con una mujer española. A día de hoy, para mi, como requisito para tratar de mantener una relación sentimental normal con una mujer, la mujer no tiene que ser española. Por el momento ya he tenido bastante y, me sobra. Mi amiga Patricia, la veinteñera se ríe bastante de las cosas que escribo en este humilde blog. Mi amiga Patricia, la venezolana, se ha pasado más de un año diciéndome que tratara de iniciar una relación sentimental con una mujer sudamericana. El caso es que la cosa surgió sin ser buscada y, me siento feliz tal como estoy ahora.

En el trabajo hoy ha sido un día aciago. Muchas horas estático sin apenas hacer nada. Le he regalado mis dos primeros libros publicados a un señor. Con los libros no gano dinero. Los libros son una satisfacción personal. Cada día tengo menos tiempo para escribir pero procuro sacar unos minutos aunque sólo sea eso, unos minutos. Llevo unos días bastante flipado con una canción de la buena banda musical que son Vetusta Morla. La canción se titula "La cuadratura del círculo" y, creo que es la mejor canción del año 2008, de lo que he escuchado, si uno o una está dispuesto a arrasar con lo que sea. "La cuadratura del círculo" es una canción atronadora, visceral y apabullante, repleta de rabia contenida que termina por explotar de manera maravillosa. Espero que mi amiga Patricia, la veinteañera, la escuche y, que cuando la escuche se acuerde de quien escribe y mantiene como puede este humilde blog.

En la ciudad de Los Ángeles, entre tanto fuego que no se puede detener y tanto y tanta desequilibrado y desequilibrada, la Academia de Cine de la ciudad ha expuesto de manera brillante los sueños pintados por el excelente y controvertido cineasta italiano Federico Fellini con motivo de los quince años de su muerte. La exposición se titula "El libro de los sueños". La exposición recorre los dibujos que realizó el brillante cineasta italiano Federico Fellini durante tres décadas. Más cerca de casa, en la ciudad de Barcelona, el buen novelista chino Ma Jian ha estado de visita con motivo de la publicación de su nueva novela en España que ha publicado la buena editorial que es Mondadori. La novela se titula "Pekín en coma". Como no puede ser de otra manera, el novelista Ma Jian es un amarillo exiliado porque es un contestatario del régimen comunista fascista chino. En la ciudad de Madrid viven muchas personas con mala suerte. Esperemos que la suerte no se nos ponga por sombra ni a usted ni a mi. Resulta que vas a bailar un rato con los amigos y sin querer le pisas el pie a una chica que te recrimana el pisitón y, como le duele tanto el pie llama a su novio que es un armario de tres por tres y el novio se presenta con otros dos armarios de tres por tres también. Por haber pisado a la chica te pegan una paliza y tanto la mala suerte como la buena suerte se marchan de tu vida porque ya no tienes vida. Mucha juventud se encuentra loca, ciega y llena de violencia gratuita dispuesta a ser repartida al mejor postor. Muchos jóvenes no lo tienen fácil para escapar de tanta estupidez.