jueves, 20 de marzo de 2008

un guionista magistral

A los noventa años de edad ha fallecido en Sri Lanka el escritor y divulgador científico Arthur G. Clarke. Este señor ha podido morirse tranquilo. Este señor fue señalado como uno de los tres autores grandes de la ciencia ficción moderna junto a Robert Heinlen y el profeta que nunca descandaba Isaac Asimov. Su novela "El centinela" aunque fuese novela primero fue un relato corto que ni más ni menos el genio Stanley Kubrick llevó al cine con el título de "2001: Una Odisea en el Espacio". Parece ser que el magnífico cineasta que es David Fincher tiene intención de llevar a la gran pantalla otra de sus novelas tituladas "Cita con Roma". Que el escritor Arthur G. Clarke descanse en paz es un deber moral por habernos dejado tantos hallazgos.

Quien también ha fallecido a los cincuenta y cuatro años de edad en el Hospital Charing Cross de Londres ha sido Anthony Minghella. Licenciado en Literatura inglesa y Teatro (se notaba en su quehacer profesional) Anthony Minghella comenzó a trabajar como guionista en radio y televisión. En el año 1992, en un cine de los que antiguamente se llamaban de arte y ensayo pude ver su primera película como guionista y director de cine. La película se titulaba "Truly, Madly, Deeply". En el año 1995 los grandes estudios de Hollywood le produjeron su guión "Un marido para mi mujer", película en la que volvió a colocarse como director. Al año siguiente, tras permanecer casi cuatro años encerrado en su habitación con muchos quebraderos de cabeza para adaptar al cine la novela "El paciente inglés", consigue rodar la película no sin encontrar muchas trabas. El rodaje de la película tuvo que paralizarse cuatro veces porque el presupuesto inical se agotaba. La película "El paciente inglés" le encumbró como guionista y director de cine al conseguir nueve estatuillas doradas. En esta película, en su momento, pensé que Anthony Minghella era mucho mejor guionista que director de cine. De hecho, el propio Minghella reconoció montones de veces que su vocación era ser guionista, no director de cine. Tras el éxito con "El paciente inglés" decidió no volverse loco y, volvió a encerrarse en su habitación para adaptar al cine ni más ni menos que la novela de Patricia Highsmith "El talento de Mr. Ripley". Cuando vi esta película por segunda vez comprendí la grandeza de Anthony Minghella como guionista. Esta película que él realizó es excepcional. Como director de cine se mostró magnífico, pero, sin ninguna duda, al adaptar esta novela se consagró como, probablemente, el mejor adaptador de novelas para el cine en Europa. Anthony Minghella ha fallecido en Londres a causa de una hemorragia tras someterse a una operación de cáncer de amígdalas. Antes de operarse dejó acabado el episodio piloto de una serie de televisión para la cadena BBC que había sido rodado en África. Creo que con la muerte de Anthony Minghella hemos perdido a un guionista magistral.

Ayer en España fue el día del padre. Ayer en España se entregaron muchos regalos equivocados.

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