Ayer un pirado llamó a la radio babeando para pedir al locutor que le pinchara la canción de Mecano "La fuerza del destino" para dedicársela a su mujer y a su hija de dos años. Cambié de dial. Las personas que babean por amor nunca me han gustado, menos aún los que lo hacen en público. Sin ninguna duda, creo que la mejor noticia de ayer fue que el jugador de baloncesto Pau Gasol ha fichado por el equipo de Los Ángeles Lakers. Pau Gasol es un excelente jugador de baloncesto. Tiene cualidades innatas, cualidades que no se pueden aprender. O tienes algunas cualidades innatas o no las podrás tener nunca. Pau Gasol las tiene. Ahora podrá luchar por conseguir el título de la NBA. Título que está al alcance de muy pocos jugadores de baloncesto. Poder jugar junto a Kobe Bryant es lujo. Un lujo que sólo se pueden permitir los que tienen mucho talento. Espero que Pau Gasol pueda hacer cosas importantes militando en Los Ángeles Lakers. Tiene capacidad para ello, aunque las cosas, el proceso de adaptación no será fácil.
Se ha comprobado que la organización terrorista Al Qaeda está utilizando a mujeres jóvenes con síndrome de Down para que se inmolen en Irak. En el mercado de animales de Bagdad el pasado viernes dos mujeres con esta deformación se inmoralon y cometieron una sangría de setenta y dos personas muertas. A las familias de estas dos mujeres nunca les faltará de nada porque la red terrorista Al Qaeda les mantendrá económicamente. No estoy a favor ni lo he estado nunca de cualquier terrorismo. Sencillamente, no lo puedo estar. Sí creo que los atentados del once de septiembre en la ciudad de Nueva York contra las torres gemelas fue espectacular. Ni con la unión en la financiación de los grandes estudios cinematográficos de Hollywood se podría haber llevado a cabo algo tan mastodóntico. La realidad superó a la ficción con creces. A cada uno hay que darle lo suyo: quiénes planearon y llevaron a cabo los atentados llevaron a cabo su cometido de manera extraordinaria. No me extraña que Osama Bin Laden se partiese de risa, pero también creo que las personas que obligan o convencen de un modo o de otro a personas discapacistas a que se inmolen no tienen ningún escrúpulo y, vivir sin escrúpulos tiene que ser terrible. Seguro que muchas noches no pueden dormir. Es lo menos que les puede pasar si la vida fuese medianamente justa.
domingo, 3 de febrero de 2008
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