domingo, 22 de marzo de 2009

revisión: hacia rutas salvajes

Hace algo mas de un año pude ver por primera vez lo que hasta la fecha es el último trabajo de Sean Penn como guionista y director de cine. Anoche, de madrugada, en medio de este largo puente de San José tuve el impulso de volver a revisar la película "Hacia rutas salvajes". Esta película está basada en la novela de éxito escrita por John Krakauer que lleva por título "Into the wild". La película cuenta la historia verdadera de un joven de veintidós años de edad que en su vida se llamaba Christopher McCandless. Este joven, de vida acomodada, tras graduarse en la Universidad y con un futuro prometedor decide romper con todo para llevar una existencia errante y vagabunda. De esta película, uno de los momentos que más me gusta, sin ninguna duda, es cuando el joven Christopher se licencia en la Universidad. Entre togas y birretes, cuando es llamado para subir al estrado y recoger el diploma de certificación, con sus padres bien vestidos y sentados entre el público, el joven sube como una exhalación para pasar lo más inadvertido posible. Quizá, en este punto, es el mayor punto concreto de paralelismo que he podido encontrar con este personaje real. A partir de aquí, los padres de Christopher, intepretados por los brillantes actores William Hurt y Marcia Gay Harden (dos de los mejores actores de teatro a nivel mundial) desean comprarle un coche nuevo a su hijo por lo bien que lo ha hecho en la Universidad. El joven se niega. Quiere desprenderse absolutamente de todo lo material. El dinero que tiene ahorrado lo dona a Intermon Oxfam y decide echarse a la carretera para conocer mundo sin dejar una nota ni una señal en casa.

Christopher McCandless tiene un sueño. Su sueño es llegar a Alaska y allí vivir como un ermitaño con lo poco que le puede ofrecer la naturaleza en una zona tan árida del mundo. En el camino hacia Alaska, el joven graduado conocerá a personas interesantes que, en la mayoría de los casos son personas que no encajan en la sociedad norteamericana. Interesantes son los personajes que interpretan los actores Vince Vaughn, el par de hippies idílicos que resultan no ser tan idílicos y el viejo interpretado por Hal Helbrook. Hal Helbrook le disputó el año pasado el Oscar al mejor actor secundario a Javier Bardem. Entre uno y otro no hay color. El psicópata asesino que interpreta Javier Bardem en "No es país para viejos" tiene mucho mayor recorrido que el personaje que interpreta Hal Helbrook. Ahora bien, el personaje de Hal Helbrook es todo un caramelo cinematográfico. El hombre está tan desesperado por la soledad de la vida que es incluso capaz de hacerle entender al joven que si quiere, no tendría problema en adoptarle como nieto porque una vez que muera el viejo, al no tener familia, su apellido se extinguirá de la faz de la Tierra. El joven Christopher decide seguir su camino hacia Alaska. Nada le retiene.

En Alaska, perdido del mundo entre la naturaleza salvaje, el joven las pasa moradas mientras no para de pensar una y otra vez en sus cosas. Con la llegada del crudo invierno el joven tiene que comer vegetación para alimentarse y, en una equivocación ingiere una planta venenosa que le provoca la muerte. En la vida de ahora (el joven Christopher murió en el año 1992) muchas personas se debaten en si Christopher fue un auténtico aventurero rupturista o un americano perdido. En la manera que tengo de ver las cosas me parece que es un americano perdido, un temerario que no supo medir. Un ignorante, si me apuran. El joven Christopher McCandless está interpretado por el actor Emile Hirsch. La película está bien y es interesante, pero para mi gusto es demasiado rupturista la historia, demasiado excesiva, algo lúgubre. "La felicidad sólo puede ser plena si es compartida". Estoy de acuerdo, aunque es tan difícil. "Hacia rutas salvajes". "Into the wild".

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