La editorial Ediciones B va a reeditar tres antiguas novelas del escritor Mario Puzo. La editorial Ediciones B está poniendo en funcionamiento su maquinaria de ventas vendiendo que se conmemoran los cuarenta años de la publicación de la brillante novela que es "El Padrino". Con la celebración de este cuarenta aniversario la editorial Ediciones B también "va a hacer un gran esfuerzo" (se deben a los lectores) y también va reeditar las novelas "El último Don" y "Omerta". La misma editorial ha decidido poner toda la carne en el asador y va a arriesgar "como si en la editorial no tuviesen claro que van a ganar dinero con las otras tres novelas que reeditan" la publicación por primera vez en España de la novela de Mario Puzo "Seis tumbas en Munich". Sobre el escritor italoamericano Mario Puzo usteden habrán leído muchas cosas. Algunas ciertas y, otras pertenecientes a la leyenda que, lo más probable es que sean falsas. A mi humilde entender, Mario Puzo dejó escritas varias novelas impagables. Mario Puzo dejó varias novelas incontestables. Es muy probable que "El Padrino" sea su obra capital. Después el cine se encargó de encumbrar esta obra maestra de la literatura moderna y rápida hasta límites insospechados e inalcanzables. Mario Puzo publicó su primera novela a los treinta y cinco años de edad. La novela lleva por título "La arena oscura". A los cuarenta y cinco años de edad consiguió volver a las estanterías de las librerías con la novela "El peregrino afortunado". Estas dos primeras novelas fueron un gran fracaso para la editorial y por ello para el propio Mario Puzo también. El Mario Puzo alejado de la escritura fue desde joven un golfo que en su edad madura se convirtió en un jugador de casino empederdino. De hecho, Mario Puzo nunca escribió por placer. Si alguien pretende ganarse la vida escribiendo ya de por sí es una locura que te lleva a vivir alejado de la realidad (permitanme escribir que sé de lo que escribo, por lo menos un poco) les puedo asegurar que Mario Puzo estaba más loco todavía. Estaba cien veces más loco. Mario Puzo no escribía para ganarse la vida escribiendo. Mario Puzo se sentaba a escribir con la intención de pagar sus deudas de juego en los casinos mediante la venta de sus escritos. Consiguió dejar escritas novelas memorables que siempre estarán vigentes. Algunas de estas novelas las admiro profundamente. Mario Puzo fue un tunante de poca monta que tuvo suerte. Conoció a muchos mafiosos y, alguno de ellos le llevó hasta los grandes estudios de Hollywood. Al tener suerte con sus escritos en Hollywood Mario Puzo se dio cuenta que trabajaba menos escribiendo guiones y ganaba muchísimo más dinero que escribiendo novelas.
Con mucho menos glamour y menos afinidades a la mafia italoamericana la escritora gallega Lola Beccaría ha obtenido este fin de semana pasado el Premio Azorín que conceden la Editorial Planeta y la Diputación de Alicante por su novela "El arte de perder". Parece ser que esta novela se ha alzado con el Premio Azorín por la originalidad de la historia. En el norte de Europa, en la fría, hermosa y limpia ciudad que es Estocolmo, los cines de la ciudad se están abarrotando debido a la adaptación literaria de la primera de las novelas del escritor de éxito póstumo Stieg Larsson. Este joven escritor de éxito póstumo está siendo el fenómeno literario en Europa del año 2009. Ya fue el fenómeno literario en Europa en el año 2008. Resulta curioso su caso. Stieg Larsson era un joven periodista bastante mediocre, aunque el tipo estaba especializado en los grupos ultraderechistas que tienen una gran afinidad con la burguesía nórdica, en especial con la burguesía sueca. Trabajaba como periodista para la revista "Expo". Revista especializada en desentrañar grupos del ultraderecha en Suecia y a sus amigotes burgueses y adinerados. En su vida fue considerado un periodista mediocre. Por las noches, cuando llegaba a su casa hastiado de un duro día de trabajo, Stieg Larsson se dedicaba a dormir muy poco para escribir novelas enormes. Los editores desecharon sus trabajos. Los periodistas le consideraban un mediocre y los editores le consideraban un pobre diablo. Quizá por el exceso y afán de no descansar, una noche Stieg Larsson sufrió un ataque al corazón junto a su ordenador encendido y se acabó su vida. Cuando le encontraron muerto, el ordenador permanecía encendido y en el aparato estaban guardadas sus novelas y en varios cajones había diquetes con las mismas. Salió a la luz su muerte y los editores como rapiñas publicaron sus novelas mastodónticas con un alo de misterio sobre la vida del escritor. España es un país que ha sucumbido al encanto de este escritor después de muerto. De los cinco primeros libros de las listas de ventas en España, dos son de Stieg Larsson. Supongo que algunos y algunas de ustedes sabrán de quien les estoy escribiendo. Sus novelas son "Los hombres que no amaban a las mujeres" y, "La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina". La tercera de sus novelas está pendiente de publicarse en España y llevará por título, en principio, el título que el escritor le puso a la saga de las tres novelas: "Millennium". En Suecia los cines están abarrotados para ver la primera de las tres películas que se van a hacer de la trilogía "Millennium". Las dos próximas películas, en Suecia, se van a estrenar de manera directa en la televisión. No van a pasar primero por el cine. Este fenónemo literario que han montado los señores de la literatura y del cine me lleva a pensar una vez más que a los lectores y a los espectadores nos suelen tratar como borregos en manada. Me pregunto qué pensará en la tumba el joven, mediocre, pobre diablo e infatigable escritor nocturno Stieg Larsson.
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