En el día de hoy podía dedicarme a escribir sobre Barack Obama. Es su día, y, como en todas partes está Barack Obama supongo que en los millones de blogs que circulan a través de Internet se habrá escrito y se escribirá mucho en el día de hoy, así que voy a cambiar el tercio y voy a coger otra dirección. Para el negrito: Felicidades. Para las payasadas de los analistas que se han dedicado a escrutar cada palabra de su discurso de investidura como presidente de los Estados Unidos de América nada de nada. Para todos estos analistas Barack Obama es un filón tremendo para ganarse el pan de cada mes.
Me dispongo a escribir sobre lo que vi el pasado lunes en la televisión mientras comía. Un hombre palestino, que no superaba los treinta y cinco años de edad estaba sentado sobre unas piedras, con mucha tierra a su alrededor y un bloque de casas detrás de él. El bloque de casas estaba aplastado. En el suelo. El hombre palestino parecía tener el doble de años de edad de los que realmente tenía. Supongo que los bombardeos; el no saber si mañana vas a estar vivo; el aliento de los feos soldados israelíes sobre tu nuca; la muerte de tus compatriotas o peor aún, la muerte de tus familiares te tienen que pasar por el cuerpo hasta avejentarte el doble de lo que realmente eres. Lo "supongo" porque no vivo en la degracia palestina. El periodista le preguntó y el hombre contestó: Hace cuatro meses que vine con mi familia a vivir a esta casa. Estoy pagando la casa (una de las casas que componían el edificio destrozado) y, ahora tendré que pagar por la demolición de lo poco que ha quedado en pie. Este hombre no clamaba por la muerte injusta de su mujer ni de sus hijos, así que es posible que este hombre sea un afortunado. El Ejército de los feos soldados israelíes ha dejado de ofrecerse banquetes de palestinos vivos un día antes que el negrito jurase su cargo en la ciudad de Washington. Lo que por el momento me ha hecho mucha gracia ha sido ver al excelente cineasta que es Steven Spielberg, judío de pro al máximo, en primera fila junto a su esposa viendo jurar el cargo a Barack Obama. Hoy se habla y se escribe sobre Barack Obama. Hoy el conflicto palestino puede esperar. Una vez destruido todo lo posible hoy Palestina no es foco de atención. Todo lo que tenga que reconstruirse, que es toda Palestina, es menos foco de atención todavía. Es muy doloroso ver como en España lo que hoy realmente importa es saber cuáles serán los diseñadores que van a vestir a la señora Michelle Obama.
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