En el reciente pasado mes de agosto he encontrado en varias revistas semanales reportajes escritos sobre los gustos sexuales de las mujeres españolas. Parece ser que una empresa que se llama "La maleta roja" o algo por el estilo se dedica a reunir a varias mujeres en una misma casa para mostrale a las mujeres reunidas los juguetitos sexuales que se pueden comprar para uso y disfrute individual. A estas reuniones acuden mujeres de todas las edades. Este tipo de reuniones se llaman "tappersex".
A mí me parece muy bien la liberación de las mujeres en todos los ámbitos de la vida. Creo que este tipo de reuniones deberían haber llegado antes a España. Me parece muy bien que las mujeres disfruten de su libertad sexual a su antojo. También creo que en este tipo de reuniones existe cierta mitificación contrastada y ridícula. Me refiero a que: en donde esté un tipo que te apriete y te folle bien que se quite todo lo demás. Muchas mujeres van ahora por la vida diciendo que ellas no necesitan a los hombres para nada, y, en muchos casos supongo que será cierto. A mi entender los juguetitos sexuales para mujeres pueden llegar a ser un accesorio complementario, pero no creo que con estos aparatos se pueda llenar el vacío que las mujeres demandan llenar a sus parejas en el caso de tener pareja.
Algunas de las mujeres que utilizan este tipo de accesorios lo hacen porque están insatisfechas sexualmente, otras porque son algo lanzadas (no olvidemos que en España el sexo es tabú) quieren probar nuevas experiencias (maravilloso) pero también quiero hacer hincapié en que muchas mujeres que utilizan estos aparatitos lo hacen porque no hay Dios que quiera follárselas. Me refiero a que cada vez vivimos en una sociedad que tiene miedo al contacto físico. Una sociedad que no quiere aguantar a nadie. Una sociedad en la que cada vez las casas con una sola persona en su interior son una realidad.
Muchas mujeres se ven abocadas a masturbarse ellas solitas porque no hay quien las aguante. No tienen un "mercado de hombres" al que acudir para follar y ser folladas. Igual que muchos hombres tienen que recurrir a las prostitutas para desahogarse sexualmente porque no tienen "mercado de mujeres" para descargar. Las mujeres más avispadas en este tipo de reuniones son cuarentonas feas a las que se les ha pasado el arroz. Maquillar la falta de mercado para un amplio sector de la sociedad de ambos sexos con "la modernidad" de estos aparatitos me resulta muy hipócrita. La falta de "realidad real" es uno de los problemas más graves que tenemos los individuos en la sociedad actual. En muchas ocasiones las personas "debemos mentirnos" para seguir adelante con nuestras vidas sin ahogarnos. Sin ir más lejos, hace unos meses dejé de tener contacto con una mujer cuarentona que decía que ella vivía soltera porque era "su opción". Resulta que "su opción" es que ella estaba loca (literalmente) por juntarse con un tío. En su desesperación llegó varias veces a intimar con divorciados y alguna otra calaña que llegaba rebotada de otros sitios. No consiguió obtener pareja estable. ¿Saben por qué? A parte de ser una persona muy estupidita, era fea de cojones. ¿Qué tipo en condiciones va a querer mantener una relación estable con ella? Así le pasa, o recurre a juguetitos sexuales o tiene que meterse el dedo y después la mano en el coño. Desvirtuar la realidad no es el camino. Para muchas mujeres los juguetitos sexuales son el único modo de tener sexo porque están fuera de mercado.
lunes, 3 de septiembre de 2007
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